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Mientras el Concejo Municipal de la ciudad de Lawrence ha tenido que transferir $170,000 del dinero del pueblo para pagar por los costos de recoger y procesar más de 800 toneladas de basura arrojadas ilegalmente a lo largo del municipio cada año, la ciudad de Tenares en la República Dominicana -a casi 2 mil millas de distancia- podría ser muy pronto, si no lo es ya, más limpia que Lawrence, gracias a la generosidad del alcalde William Lantigua.
Pocas semanas después de la inauguración de Lantigua como alcalde de Lawrence, un camión de recogido de basura llegó a la ciudad de Tenares, cortesía del nuevo alcalde de Lawrence, reportó el Boston Globe la semana pasada.
Otros esfuerzos se hicieron para enviar un autobús escolar y una ambulancia, vehículos de obvia prioridad, pero aparentemente se le dio más importancia a la basura que a la educación y salud de los tenarenses porque ni la ambulancia, ni el autobús llegaron jamás a Tenares.
Hay políticos demagogos que no respetan fronteras y votantes que no se respetan a sí mismos. Comprando voluntades en el extranjero, Lantigua hizo campaña fuera de Estados Unidos para ganar unas elecciones a 2 mil millas de distancia. Esto es un descaro que hay que frenarlo ya.
Todo gesto de enviar ayuda humanitaria a cualquier lugar del mundo es un acto noble. El problema es que Lantigua usó su puesto público y sus influencias para adelantar su carrera política, una flagrante violación a leyes estatales.
Pero no solo habría violado leyes estatales el astuto político, sino federales también.
Por eso no nos sorprende que el alcalde esté siendo investigado por el FBI. Las autoridades federales indagan sobre la posible ilegalidad de los procedimientos que utilizó Lantigua para enviar a la república Dominicana vehículos privados confiscados por la Policía, incluyendo autos de policía encubiertos y un autobús escolar, de acuerdo al artículo del Globe.
Ahora Willy, siendo el foco de múltiples investigaciones federales y estatales, estará maniatado para su campaña de reelección en el extranjero. Aparentemente.
Es que, la pobreza no morderá la mano del que le dio de comer. Los pueblos humildes que son víctimas de las maniobras demagógicas de políticos corruptos jamás olvidan ni la más pequeña migaja arrojada a sus pies para satisfacer sus más elementales necesidades. Éstos, en su mayoría, les serán fieles a sus benefactores por largos años.
Lo hemos visto a través de los años. Gobernantes que hoy la historia los recoge como grandes y honorables líderes, en realidad eran astutos vividores que se sirvieron a sí mismos en bandejas de plata, mientras compraban voluntades con funditas llenas de víveres y otorgando puestos botellas en oficinas públicas.
Tantas veces nuestros pueblos latinoamericanos han vivido la misma historia repetida por siglos, y tantas veces los votantes continúan cometiendo los mismos errores.
El camioncito de basura de Tenares, cuya donación gestionó Lantigua, le seguirá produciendo votos al alcalde en las urnas de Lawrence. Eso se llama: “Limpiando a Tenares para la reelección”. Claro, si no es que sale amarra’o por el FBI antes que termine el cuatrienio.
